¿Cuáles son mis pensamientos iniciales sobre esta lección? ¿Hubo alguna palabra, frase o idea en particular que me llamó la atención, algo sorprendente, desafiante, reconfortante o alegre? ¿Cómo podría estar hablándome el Señor a través de esta lección?
¿Cómo en mi vida diaria ofrezco pequeños sacrificios en beneficio del anuncio del Evangelio?
¿Cuáles son algunas de las formas en que nuestra Iglesia y nuestra sociedad son perseguidas hoy en día? ¿Cuáles son algunas de mis “persecuciones personales”, que aún necesito entregar a Dios?
¿Has conocido a alguien que no tuviera miedo al “martirio” en tu parroquia, pueblo, escuela o lugar de trabajo?